sábado, 28 de enero de 2012

¿Querés estudiar afuera y no sabés por dónde empezar? ¡Empezá acá!


Aunque va a haber particularidades para cada caso, los aspectos a tener en cuenta son similares tanto para quienes quieren hacer un intercambio académico como para aquellos que desean hacer sus estudios completos en otro país. Este es el mero principio; en otras entradas vas a encontrar más información de cómo seguir, links interesantes, ejercicios que te pueden servir para conectarte con tus deseos internos, etc.


 
Lo primero: objetivos, prioridades y limitaciones

En casi 12 años en el ámbito universitario, tuve la suerte de trabajar con más de 1800 alumnos que querían estudiar en otro país. Todos los que lo hicieron coincidieron en que esa fue LA experiencia de tu vida. Sin embargo, los que más la aprovecharon fueron aquellos que realmente se tomaron el tiempo de diseñar su propia experiencia en lugar de copiar aquello que había hecho el primo, hermano o tío.

Por eso, acá comparto 7 preguntas que, si las contestas, te van a ayudar a tener más claro qué es lo que querés lograr y dónde estás parado/a para encarar el proceso de búsqueda de posibles destinos.

Recomendación: Contestá las preguntas por escrito y sé lo más específico/a posible, ya que las respuestas te van a ayudar a “achicar” el abanico de potenciales destinos. A lo largo del proceso es posible que te sientas mareado/a por la cantidad de opciones que te van a surgir; releer tus respuestas te ayudará a re-enfocarte. También, tus respuestas te van a servir mucho al momento de preparar tu postulación.

-          ¿Qué es lo que quiero obtener en mi experiencia en el exterior?
Ej.: una experiencia académica en la universidad mejor ubicada en los rankings internacionales; aprender sobre la temática x en la universidad líder en esa disciplina; poder conocer otro sistema académico; obtener más herramientas para mejorar mi posicionamiento en el mercado laboral; etc.

-          ¿Cómo me gustaría que mis estudios afecten mi carrera futura?
Ej.: quiero que me habiliten para trabajar en el exterior; me gustaría que me den un perfil internacional, etc.

-          ¿De mis objetivos, hay algunos que son más prioritarios que otros? ¿Qué estoy dispuesto/a a ceder?
Identificar los aspectos a los que uno da mayor prioridad, y por ende, son inamovibles, y aquellos que uno está dispuesto a ceder permite ir estableciendo prioridades de posibles destinos e instituciones.

-          ¿Cuáles son mis limitaciones?
Es importante ser realista con las limitaciones, ya que hacerlo va a evitar posibles frustraciones. Si, por ejemplo, mi promedio académico es muy bajo y me postulo a instituciones en las que el promedio académico tiene una ponderación muy importante para ser admitido, es muy probable que no me acepten. Por eso, en mi búsqueda de posibles destinos voy a enfocarme en instituciones que me interesan y que evalúan el promedio, pero también se fijan en otros aspectos del perfil del postulante, como pueden ser las actividades extracurriculares que hizo, si tiene experiencia profesional, etc. Otras posibles limitaciones son: nivel de idioma, económicas, etc.

-          ¿Hay algún país/ región/ cultura dónde prefiero ir? ¿Por qué?
Ej.: priorizo ir a un país anglo parlante porque quiero mejorar mi nivel de inglés; elijo ir a Italia porque mis antepasados vinieron de allí y realmente quiero conocer mejor su cultura; quiero ir a xxx porque ahí vive mi tío y tendré alojamiento gratis; etc.

-          ¿Me sentiría igual de cómodo/a yendo a una ciudad grande que a un pueblo pequeño?
La experiencia académica en otro país siempre está enriquecida por el contacto con la cultura local, que se puede conocer fuera de las aulas, por eso, el lugar físico donde se estudia es importante. Yo soy una persona que adora las grandes ciudades, ya que en los lugares chicos me aburro, por eso, yo descartaría estudiar en un sitio que no esté en una ciudad importante.

-          ¿En qué tipo de clima funciono mejor?
Aunque parezca risible, no es un tema para ignorar. Cada uno de nosotros funciona mejor en un tipo de clima. Yo, por ejemplo, la paso mal en el invierno y sé que soy más activa y, consecuentemente, más efectiva, en climas cálidos. Para mí este conocimiento fue muy importante porque me dí cuenta de que si uno no se siente bien en un lugar, este malestar posiblemente influencie su productividad y sus resultados.   

Ya tenés tu punto de partida para empezar la exploración de posibles destinos y universidades.