martes, 20 de marzo de 2012

Dinero: cómo ahorrar en alojamiento


A pesar de que suelo recomendar la experiencia de vivir en el campus, sobre todo a aquellos alumnos que vienen de universidades donde esta alternativa no existe, debo aclarar que generalmente es más económico alojarse fuera de la universidad.
Sin embargo, antes de comprometerse a alquilar un piso o habitación fuera del campus es preciso tener bien claro qué servicios incluye (ej. agua, electricidad, etc.).


En Estados Unidos, por ejemplo, en los sitios fríos, es posible gastar hasta el doble de la renta mensual en calefacción cuando este servicio no está incluido.
También hay que entender cuáles son las penalidades económicas a pagar en caso de que, por ejemplo, uno tenga visitas que se queden durante períodos prolongados o si se decide terminar el contrato antes de lo acordado.
En muchos países hay que abonar el equivalente a varios meses de alquiler al momento de firmar el contrato. Si uno trabaja con una inmobiliaria seguramente tenga que pagar también por sus servicios. Por eso, asegurarse de averiguar bien cuánto se debe abonar antes de comenzar la búsqueda por ese medio.
Antes de comprometerse a cualquier alquiler es una buena idea leer con un local (ej. alguien de la universidad) el contrato para asegurarse de que no haya ninguna cláusula inusual.
En caso de alquilar un sitio amoblado, antes de firmar el contrato es recomendable asegurarse de que haya un inventario que describa el estado de todos los contenidos. Esto debería revisarse junto con el propietario para evitar, al final del contrato, pagar multas por daños que uno no ocasionó.
Algunos de mis alumnos han realizado intercambios de un cuatrimestre de duración en los que no han pagado ni un centavo para su alojamiento. ¿Cómo lo hicieron? No viviendo ni con familia ni amigos, como podría suponerse, sino en casa de gente desconocida quienes, a cambio de algún servicio, como puede ser ocuparse de cortar el pasto, cuidar a los niños o de hacer las compras, dan casa y en algunos casos hasta comida gratuita. Sitios de anuncios comunitarios como Gumtree (www.gumtree.com.au), en Australia, o Craigslist (www.craigslist.org) suelen tener oportunidades similares. También se puede acceder a este tipo de oportunidades a través de grupos y organizaciones religiosas.
En los últimos tiempos también se ha puesto de moda el “couch surfing”, que da la posibilidad de pasar una o varias noches en la casa de alguien que está dispuesto a tener a un visitante durmiendo en su hogar. En http://www.couchsurfing.org/ y http://www.globalfreeloaders.com se pueden ofrecer y pedir lugares donde dormir.
En los sitios Servas http://joomla.servas.org/ y Organic volunteers http://www.organicvolunteers.com se pueden encontrar alternativas de alojamiento a cambio de realizar actividades de agricultura orgánica o vinculadas a promover la paz mundial.
Si uno tiene una habitación o piso que quedará libre durante el tiempo de la experiencia internacional, también es posible optar por hacer un “apartment swap” o intercambio de apartamento con alguien del destino al que uno va que justo planee estar en el país que uno deja. Craigslist generalmente tiene anuncios para este tipo de oportunidades.
The Caretaker’s Gazette http://www.caretaker.org/ es una publicación on-line, en inglés donde se publican oportunidades para cuidar casas, a cambio de alojamiento gratuito en 50 países del mundo. Suscribirse a esta publicación tiene un costo de usd 30.
El sitio House Carerers http://www.caretaker.org/ también incluye listados de gente que busca a alguien que cuide su casa a cambio de alojamiento.
Aunque yo nunca he usado ninguno de estos servicios, tengo varios conocidos que han tenido experiencias muy positivas. Sin embargo, de más está decir que una cuota sana de cautela  siempre debería ejercitarse antes de aceptar la hospitalidad de cualquier un extraño.